Cartel del 45º Festival de Cine Fantástico de Cataluña.
El pasado mes de octubre tuvo lugar, como todos los años, el Festival de Cine Fantástico de Cataluña. Nada menos que la 45ª edición. Es totalmente imposible ver todas las películas que allí se exhiben, ya que hay sesiones simultáneas en varias salas: Prado, Retiro y el auditorio del Hotel Meliá. Eso sin contar el espacio Brigadoon, que proyecta cortos todos los días en sesión continua.
Las sesiones comienzan a las 9 de la mañana y acaban entre las 4 y las 6 de la madrugada -del día siguiente, claro-. Son 20 horas de cine en cada sala, durante 10 días. Os dejo hacer el cálculo de las horas de exhibición de este ambicioso evento.
Cualquiera que se acerque por Sitges durante los 10 días que dura el Festival, solo verá una pequeña parte de lo que allí se ofrece. En cualquier caso, pasar unos días en esta hermosa ciudad, aprovechando
el puente del 12 de octubre, es una experiencia que merece la pena.
Entre la gran cantidad de posibilidades que ofrece este festival, se encuentran las películas dedicadas al público familiar. Este año tuvimos la oportunidad de ver la deliciosa Frankenweenie, de Tim Burton, y otro éxito que ya ha estado en las salas, Hotel Transilvania. Es un placer ver al Conde Drácula en el papel de padre de una dulce niña y ver cómo ésta va creciendo. Sus pequeños colmillos, lejos de dar miedo, hacen que Mavis, la adolescente hija de Drácula a punto de cumplir la mayoría de edad, con apenas 118 años, resulte aún más atractiva.
En el apartado de cine español podemos destacar Invasor y El Bosc, insufribles las dos. Y Lo imposible, de buena factura, que tanto éxito está teniendo en las salas.
ZOMBIS
De la sección Midnigth-X-Treme, merece la pena mencionar Dead Sushi, de Noburu Iguchi. La película es divertida y delirante: los sushis, aparentemente deliciosos, se convierten en asesinos; les crecen dientes y son ellos los que atacan y muerden a los que intentan comérselos. Lo cierto es que después de ver esto, y con el cansancio de tantas horas sin dormir, terminas pensando que ir a comer a un restaurante japonés es un deporte de riesgo.
Los que peor cuidada tienen la dentadura son siempre los zombis: dientes negros, sucios, torcidos, y en Sitges no solo se ven zombis en las películas. Se pueden ver “zombis de verdad” en la calle, el día 12 de octubre. Las sesiones de maquillaje son largas, pero merece la pena vivir esa experiencia: la ciudad
invadida por un ejército de zombis, que son los propios espectadores caracterizados para celebrar la ya tradicional Zombie walk.
Hasta ahora no hemos hablado de ninguna película de miedo, y esto hay que subrayarlo, ya que hay a quien no le gusta el cine de terror y, como muchas veces se asocia este Festival con ese tipo de películas, la gente se retrae y no se atreve a acudir.
Para estos, una película muy divertida que se proyectó fuera de competición es Seven Psychopaths,
de Martín McDoagh. El autor de Escondidos en Brujas nos deleita con una comedia llena de humor negro y algo salvaje. También A Fantastic Fear of Everything, de Crispian Mills y Chris Hopewell, y Wrong, de Quentin Dupieux, pueden hacer pasar una tarde entretenida
Y para los que buscan miedo, Sinister, de Scott Derrickson, es un título que no deben perderse. Por supuesto, en las apariciones de los niños, los dientes negros y repugnantes les confiere aún un carácter más terrorífico.
Para los amantes de la ciencia ficción, la película es sin duda alguna Looper, de Rian Johnson, que llenó en el festival de clausura. Antiviral, de Brandon Cronenberg, plantea también un futuro extraño y, aunque no llega al nivel de Looper, tiene materia para reflexionar.
Mención especial merece The weight, de Jeon Kyu-hwan. El protagonista de este filme coreano es un hombre que se encuentra mejor trabajando en la morgue, rodeado de cadáveres, que entre seres vivos. La vida de Jung lavando cuerpos y limpiando sangre discurre con tanta naturalidad que el espectador termina encontrando la belleza en ese universo donde todo es pobreza, muerte y suciedad.
CORONAS DE ORO
Este vivir al límite es lo que conduce a nuestro protagonista a extraer las piezas dentales con coronas de oro a los cadáveres. Asistimos a varias escenas donde le vemos con unos alicates sacando molares con mucha destreza. Y en otra escena vemos cómo lleva a un pequeño comercio el oro que ha ido sacando para venderlo. Sus muertos le ayudan a vivir…
Y por último solo me queda mencionar la película más premiada del Festival, Holy Motors, de Léos Carax, lo mejor sin duda, lo más sorprendente, con más ideas y que mantiene el interés, ya que dosifica la información de manera magistral. El guiño a nuestra profesión aparece cuando el protagonista se quita su primer disfraz de mendiga de algún país del Este. En el interior de la limusina aparece su pequeño camerino y vemos cómo se retira unas fundas de oro de atrezzo de sus incisivos que utiliza para dar verosimilitud al personaje…
En definitiva, una gran oportunidad para disfrutar de buen cine. Los amantes del séptimo arte ya estamos esperando Sitges 2013.