AÑO: 1994
DIRECCIÓN: ANGELA POPE
INTÉRPRETES: TIM ROTH, JULIA ORMOND, KEITH ALLEN, RICHARD HAWLEY, JEFF NUTALL, BILL MOODY;
PRODUCCIÓN: BRITISH BROADCASTING CORPORATION (BBC), MIRAMAX FILMS, DISTANT HORIZONS
NACIONALIDAD: GRAN BRETAÑA
DURACCIÓN: 100 minutos
La directora de cine británica Angela Pope debutó a principios de los años 70 con una serie de documentales realizados para la televisión, medio en el que estuvo trabajando durante bastante tiempo. En 1985 dirige Sweet As You Are, una historia de amor entre Liam Nesson y Miranda Richardson que se ve condicionada por el Sida. Casi una década después de aquello en Captives retoma el melodrama romántico centrándolo esta vez en la pareja interpretada por Tim Roth y Julia Ormond, un romance mediatizado también desde el origen por la condición de él, un condenado a diez años que se encuentra recluido desde hace más de siete en la cárcel donde ella irá a trabajar como dentista.
El ambiente sombrío y sórdido de Cautivos va sacando a primer plano poco a poco el thriller que lleva dentro. Angela Pope rueda su historia con altas cargas de verosimilitud y su vinculación con el territorio del documental se pone en evidencia. La vida carcelaria británica se cuenta en clave realista y, con el mismo cuidado con el que retrata el interior de uno de estos espacios de reclusión, dibuja el espacio de trabajo de la protagonista femenina, una dentista que se encarga de la salud dental de los prisioneros.
La consulta de la doctora Clifford tiene algunas peculiaridades evidentes. Sus pacientes no vienen de la calle, sino que lo hacen desde una celda situada no muy lejos de allí y llegan hasta ese lugar custodiados por un guardián que vigilará sus movimientos. Al abrir la puerta del consultorio lo que se ve a lo lejos no son enfermeras ni recepcionistas, sino guardianes vestidos de uniforme y armados.
Angela Pope aprovecha los pequeños detalles del trabajo de un dentista para derivarlos hacia el territorio de la atracción personal. Así cuando Julia Ormond toca la mejilla de su paciente para comprobar el estado de su dentadura, le realiza una radiografía o toma un molde de su boca, el espectador percibe un juego de seducción más que una revisión dental rutinaria.
Al igual que en películas como Babel o XXXX, aquí la dentista también se convierte en el objeto del deseo, mientras desarrolla su trabajo. En este caso la atracción que el prisionero muestra por la doctora se ve respondida positivamente y la consulta se convierte en el lugar donde surge una atracción que deberá ser disimulada del entorno y reservada únicamente para el espectador que sí podrá contemplar el alcance de la atracción sexual se va desatando entre ambos.
La química entre dos actores como Ormond y Roth contribuyen a hacer más creíble la historia. Julia Ormond (Leyendas de pasión, El curioso caso de Benjamin Button) da credibilidad a la joven y atractiva dentista que un par de días a la semana trabaja en una consulta en el interior de la cárcel, mientras que Tim Roth (El planeta de los simios; Funny Games) se convierte en el atractivo y misterioso paciente/prisionero.
Pope aprovecha la cercanía entre paciente y doctora para iniciar el ritual de seducción y pasa a continuación a convertir a la dentista en la depositaria de las confesiones de un recluso que, durante siete años ha permanecido solo sin recibir una visita. Así la cercanía entre ambos se va estrechando hasta llegar a un final inesperado.