DIRECCIÓN: Baz Luhrmann
INTÉRPRETES: Leonardo DiCaprio, Tobey Maguire, Carey Mulligan, Joel Edgerton, Isla Fisher, Jason Clarke, Elizabeth Debicki
FOTOGRAFÍA: Simon Duggan
MÚSICA: Craig Armstrong
NACIONALIDAD: Australia y USA
DURACIÓN: 143 minutos
En 1925, el escritor norteamericano F.Scott Fitzgerald publicó El Gran Gatsby, una novela ambientada en el Nueva York de los años 20. El libro no tuvo demasiado éxito en su época pero fue redescubierto casi treinta años después, cuando ya la Segunda Guerra Mundial había terminado y el público disfrutaba imaginando que hubo un tiempo pasado que sonaba a jazz y en el que las noches eran interminables.
Protagonizada por Nick Carraway, que representa al propio novelista, el verdadero motor del libro es Jay Gatsby, un misterioso personaje que provoca la curiosidad del escritor y que comparte negocios no demasiado limpios con Meyer Wolfsheim, un “judío bajito y de nariz aplastada”, como se le describe en la novela. En uno de los encuentros que se produce entre Carraway y Wolfsheim la descripción literaria se detiene en un curioso detalle:
-Veo que está mirando mis gemelos. (No lo estaba haciendo, pero ahora sí los miré. Estaban hechos de unos pedazos de marfil que me eran extrañamente familiares).
-Los más finos especímenes de molares humanos –me informó.
-¡Vaya! -los examiné–. Es una idea interesante..
Ni Jack Clayton, en la versión que hizo de El Gran Gatsby para el cine en 1974, ni Baz Luhrmann en la que ha realizado en 2013, pasaron por alto este complemento del vestuario de Wolfsheim. Al fin y al cabo el personaje estaba directamente inspirado en un de los gángsters más importantes de la historia de Estados Unidos, Arnold Rothstein, un judío norteamericano poseedor de una gran fortuna, protagonista de numerosos escándalos y uno de los pesos pesados del crimen organizado en los años 20. Rothstein tenía fama de cuidar muy bien su aspecto y de llevar gemelos con sus iniciales pero, posiblemente por darle un toque más inquietante, Fitzgerald los transformó en aquellos dos molares con los que el gángster sujetaba los puños de su camisa.
Howard Da Silva, el actor que daba vida a Wolfsheim en El Gran Gatsby de 1974, se remangaba las mangas de su chaqueta y mostraba orgulloso a Nick Carraway, cómo lucían sus singulares gemelos. El detalle debió gustarle especialmente a Luhrmann y en la versión de 2013 el director de Moulin Rouge y de Australia no lo desaprovechó. Cuidadoso hasta el límite con todos los aspectos de vestuario y decoración, Luhrmann quiso darle un toque todavía más personal al gángster diseñando para él un alfiler de corbata en forma de diente, en el que es difícil no reparar.
Amitabh Bachchan, el actor de origen indio que interpreta a Wolfsheim en este último Gran Gatsby protagonizado por Leonardo di Caprio, luce orgulloso una pieza dental sobre su corbata roja, un detalle más estremecedor si cabe que los gemelos, ya que añade más sombras al peligroso atrevimiento y provocación de quien lo lleva. El particular complemento no se oculta bajo las mangas de ninguna chaqueta, es una evidencia, un botín, un complemento que muestra sin reparos que quien lo lleva se sabe poderoso. Wolfsheim se ha condecorado a sí mismo con un trofeo pequeño pero capaz de sorprender e inquietar a quien lo ve. Ese fino espécimen de molar humano, que diría Fitzgerald, es un extraño adorno para una corbata, aunque sea la corbata de un gángster.