Cine, Dientes y Dentistas

Web sobre la relación del cine con los dentistas, los dientes y el mundo de la odontología

‘SONRISA PELIGROSA”, DE DAVID ATKINS

TÍTULO ORIGINAL: NOVOCAINE;
DIRECCIÓN Y GUIÓN: DAVID ATKINS;

MÚSICA: DANNY ELFMAN & STEVE BARTEK;

FOTOGRAFÍA: VILKO FILAC;

INTÉRPRETES: STEVE MARTIN, HELENA BONHAM CARTER, LAURA DERN, SCOTT CAAN, ELIAS KOTEAS, KEVIN BACON;

PRODUCCIÓN: ARTISAN ENTERTIANMENT;

NACIONALIDAD: EE.UU;   AÑO: 2001;

DURACIÓN: 94 MINUTOS

   El cine ha pintado con frecuencia a los dentistas con las características que adornan al doctor Frank Sangster. Se trata de un profesional acomodado, que tiene una pareja encantadora y que disfruta de una vida placentera. Se pueden rastrear un buen número de títulos que presentan así a los odontólogos, sean estos protagonistas o secundarios. Ante estas condiciones tan perfectas se diría que los descensos a los infiernos resultan siempre mucho más llamativos.
 “Sonrisa peligrosa” cumple a la perfección con ese tópico del dentista perfecto, y la crisis que lo va a revolucionar entrará un día por la puerta de su consulta en forma de una joven y atractiva paciente a la que interpreta Helena Bonham Carter.
  Aficionada a los analgésicos su paso por el lugar de trabajo de Frank dejará no solo una secuencia deseducción entre dentista y paciente, sino también un misterio en torno a la desaparición de una serie de drogas que el dentista tendrá que justificar. Todo se irá complicando hasta que el odontólogo se vea metido en una nueva vida mucho más cercana al mundo de las drogas y de la violencia que al de los empastes y las revisiones dentales.
  Según transcurre la trama de la imagen de los personajes se irá transformando. Así la novia perfecta que interpreta Laura Dern comenzará pronto a resultar demasiado fría y distante. Su trabajo como higienista dental al lado de su prometido empezará a no parecer tan idílico y las piezas se irán recolocando en el tablero de una manera diametralmente opuesta a como habían aparecido al principio.
  “Sonrisa peligrosa” es en realidad la traducción de lo que en origen se titula Novocaine (un título que la vincula más estrechamente al terreno de la odontología con el que la película se funde de principio a fin). El anestésico encargado de bloquear los impulsos nerviosos será determinante en el devenir del doctor Sangster y, a lo largo de la historia, se planteará temas como la importancia de la unicidad de las dentaduras que hacen de ellas un elemento más relevante para la identificación de un individuo que sus propias huellas digitales, ya que aportan información en vida y mucho tiempo después de muerto. Un pequeño toque de antropología forense que constituye algo más que un llamativo detalle en este singular thriller.

 

Escena de la película

  Lo que no resulta tan insólito ni sorprendente para el espectador es contemplar a Steve Martin, el protagonista de “Sonrisa Peligrosa”, en el papel de un dentista. En 1.986 dejó para la historia del cine una coreografía inolvidable convertida en el doctor Orin Scrivello, un psicópata que eleva un altar a su propia madre y martirizaba a sus pacientes y a su novia. Al grito de “I´m a dentist” Martin entonaba un himno enloquecido en un musical, titulado “La pequeña tienda de los horrores”, que giraba en torno a una planta carnívora gigantesca. De loco dentista de quince años atrás queda poco en el doctor Frank Sangster, quizás lo más llamativo sea la capacidad de interpretación que Martin tiene tanto para la comedia como para el drama.
  Tampoco extraña demasiado que el realizador David Atkins haya ambientado uno de los pocos trabajos que ha dirigido para el cine, en el contexto de una consulta de dentista. Su padre y sus dos hermanos son odontólogos y él podía haber seguido la tradición, pero prefirió el mundo de la música primero y el del cine y la televisión después. Antes de emprender el rodaje, el propio Atkins pasó unas semanas en la consulta paterna para conocer más de cerca el mundo en el que iba a adentrarse en “Sonrisa peligrosa”.

Comments are closed.