Cine, Dientes y Dentistas

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Martes, después de Navidad

martes-desp-navidad22-bAÑO: 2010

DIRECTOR: Radu Muntean

INTÉRPRETES: Alexandru Baciu, Razvan Radulescu, Radu Muntean

FOTOGRAFÍA: Tudor Lucaciu

MÚSICA: Electric Brother

NACIONALIDAD: Rumanía

DURACIÓN: 100 minutos

No es muy frecuente pero, de vez en cuando, una película rumana se “cuela” en la cartelera. Teniendo en cuenta que en Rumanía se producen menos de una docena de películas al año no es extraño que los estrenos rumanos sean toda una rareza. Lo que sí es sorprendente es que, con tan escaso nivel de producción y con una escuálida cuota de pantalla en su país, se pueda hablar de un “nuevo cine rumano” o que sus jóvenes realizadores no vuelvan con las manos vacías cuando sus trabajos se presentan en festivales internacionales, Cannes incluido.
Uno de los primeros en abrir esta nueva etapa en 2005 fue Cristi Puiu, que sorprendió con La muerte del señor Lazarescu (premio Un Certain Regard). Dos años después, Cristian Mungiu obtenía la Palma de Oro Con 4 meses, 3 semanas, 2 días. Pero a sus nombres hay que añadir unos cuantos más como el de Corneliu Porumboiu, director de 12:08 East of Bucharest (2006), Cristian Nemescu responsable de California Dreamin’ (2007), Florin Serban realizador de Si quiero silbar, silbo (2010), Radu Jude y La chica más feliz del mundo (2009) o Catalin Mitulescu, ganador de una Palma de Oro por su corto Trafic (2004), y que volvería a Cannes con ¿Cómo pasé el fin del mundo? (2006) y con Loverboy (2011).
Todos estos directores tienen unas cuantas cosas en común, además de su nacionalidad, y es que nacieron a partir de finales de los 60; lo que significa que cuando Ceaucescu fue ejecutado en 1989 su carrera creativa no había comenzado, y todos vivieron su infancia, y algunos su primera juventud, durante la dictadura. Además se enfrentan a sus proyectos generalmente con presupuestos
muy bajos que compensan con la gran calidad de sus actores y con la precisión de unos guiones que, en todos los casos mencionados, han sorprendido tanto a la crítica como al público.
En este contexto Radu Muntean, el director de Martes, después de navidad, cumple como los anteriores con todos los requisitos, aunque su singularidad proviene del hecho de haber empezado en el territorio de la publicidad. Como los demás, él también ha hablado a través de su cine de la dictadura en Rumania e incluso de aquel representativo 22 de diciembre de 1989 en el que Ceaucescu trató de escapar y fue atrapado para ser ejecutado unos días más tarde. La película se titulaba El papel será azul(2006). Después vendrían títulos como Boogie o Martes, después de navidad, centrados principalmente en las relaciones vitales contemporáneas. Esta última recibió los premios a la Mejor Película y al Mejor Actor y Actriz en el Festival de Cine de Gijón 2010.
Curiosamente para hablar de esos nuevos rumanos del siglo XXI, con sus problemas, sus alegrías y sus frustaciones, Muntean convierte en dentista a la protagonista femenina de Martes, después de navidad. Joven, desinhibida e independiente, Raluca, comparte con otra compañera una consulta odontológica. Su relación con Paul, un hombre casado al que ha conocido en su propio consultorio a donde él lleva a su hija, resulta natural, abierta y plena, pero en su historia de amor no están ellos solos. Precisamente es en la consulta de Raluca donde se encontrarán los tres, en torno al sillón en el que la hija de Paul y de Adriana, su mujer, se somete a una revisión. Muntean los retrata a todos en ese lugar blanco y aséptico. A partir de ese momento se irán levantando las cartas. Faltan pocos días para que llegue la navidad y es tiempo de regalos y de familia, pero los personajes de Muntean están inmersos en su propio laberinto. La historia de esta dentista enamorada forma ya parte de ese cine rumano que con pocos medios y mucho talento se ha hecho un hueco en el panorama europeo.

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